por Eva Feito Casado. Alumna de Antropología de la UNED
ÁFRICA OCCIDENTAL
En esta amplísima área geográfica hemos incluido parte del Sahel (literalmente «borde»: entre el desierto de población árabe y la selva con pueblos de origen negro) así como los territorios comprendidos hasta Liberia. Encontramos aquí nuevamente ejemplos muy diversos de culturas musicales autóctonas, cada una con formas artísticas y rasgos expresivos particulares. Las más extendidas en Occidente musicalmente son la Mandinga (también Mandé o Mandinka), la Wolof o la Bambara (o Bamana). Entre ellas se producen contagios inevitables adquiridos y asimilados de manera natural: Derivados de la convivencia inmemorial en la que se han desarrollado, así como de haber compartido la triste plaza que ingleses y franceses les otorgaron como parte de sus vastos imperios coloniales. Peuls y Susus completan el entramado de etnias a las que haremos referencia, teniendo en cuenta que aquéllas conforman sólo una pequeña muestra de la riqueza musical de esta parte del continente.
Una característica común de todos estos pueblos es la oralidad de su tradición cultural, de la que se deriva la importancia de la figura del djéli o griot (término francés) a la hora de conservarla y transmitirla. Éste viene a ser una especie de trovador/juglar/músico ambulante que narra antiguas hazañas de los Imperios del pasado, así como también alaba las virtudes y canta a la suerte de los miembros de las familias que pagan por sus servicios en determinadas celebraciones tales como bodas. Tradicionalmente, este privilegio se ha venido legando de generación en generación, aunque hoy en día este aspecto está cambiando.
SENEGAL
Independiente desde 1960 de la metrópoli francesa, Dakar es el centro neurálgico de toda actividad artística (estudios de grabación, producciones, música en vivo, etc.). Senegal muestra como género musical genuino el mbalax, estilo desarrollado por la etnia Wolof que se caracteriza por el uso del tambor de axila o tama y por estar cantado en su lengua, la más hablada del país aunque no esté reconocida oficialmente. También es relevante la minoría étnica Peul (Fulbé, Fulani o, coloquialmente, Fula), en la que destaca Baaba Maal que ha popularizado las danzas y músicas de su región, Fouta Toro, al norte del país.
Desde los años 60 del pasado siglo, una fuerte corriente de música y ritmos cubanos (rumba, salsa) se introdujo en el país, ejerciendo una influencia que ha dado fecundos resultados de fusión. El grupo Africando es un buen ejemplo de ello.
Youssou N'Dour -la «voz de marfil»- se vislumbra como una de las figuras musicales africanas más respetadas y valoradas en todo el mundo. Gran difusor del mbalax junto con los populares Ismael Lô y Cheikh Lô -no tienen lazos de sangre comunes-. Este último pertenece a la secta islámica Baye Fall: forma específica del país de los Mourides -fundada por la figura de Cheikh Amadou Bamba, sabio nacido en la ciudad de Touba- de culto extendido entre la población musulmana del país. Tampoco debemos olvidar a la formación Touré Kunda, al fulani Baaba Maal o a la ecléctica Orquesta Baobab.
Discografía
Africando: Live, Ketukuba.
Baaba Maal: Djam Leebi, Lam Toro.
Cheikh Lô: Né la thiass.
Cheikh Tidjiane Tall.
El Hadj N'Diaye: Xel.
Ismaël Lô: Jammu Africa, Diawar, Tajabone, The best of Ismaël Lô, Dabah.
Orchestra Baobab: Pirates choice, Specialist in all styles.
Star Band of Dakar.
Super Diamono: Sai sai.
Super Étoile de Dakar: Volúmenes 1 al 10.
Touré Kunda: Amadou Tilo, Paris-Ziguinchor live, Toubab bi.
Thione Seck: Unesco.
Xalam: Gorée.
Youssou N'Dour: Inmigrés, The lion, Set, Eyes open, Xippi (casete), The Guide (Woman),
Joko. From village to town, Nothing’s vain, Egypt.
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