
Tradicionalmente, el boxeo se ha vinculado en el cine con mundos marginales, gimnasios sórdidos y salas de combate llenas de humo y en penumbra. Personajes fracasados, perdedores, incomprendidos y sin rumbo como los protagonistas de "El hombre tranquilo" de John Ford o "El ídolo de barro" de Mark Robson. En ocasiones, son ex-boxeadores que recuerdan con nostalgia su pasado y se dedican con afán a entrenar a jóvenes promesas como "Rocky" de Avildsen o a una mujer como en la película "Million dollar baby" de Clint Eastwood. Por el contrario, retrata también personajes que superan una situación límite, honestos, valientes, duros como "El Campeón" de King Vidor...
Por último, el boxeo ha aparecido unido tanto a la comedia como al cine negro, tanto a la parodia como al drama y al cine biográfico como el retrato del boxeador Jack LaMotta trazado por Martin Scorsesse en "Toro salvaje". Sin embargo, se ha convertido en un subgénero con personalidad propia denominado cine pugilístico al que se han acercado grandes directores como Kubrick, Visconti, Kazan o los mencionados Scorsesse y Eastwood.
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